http://micromacrame.blogspot.com.es/

martes, 21 de diciembre de 2010

seres diferentes

Por fin llegaron las vacaciones, habíamos alquilado una caravana para irnos a un camping, metimos las mochilas en el coche y nos relajamos pensando en los maravillosos días que íbamos a pasar, bañándonos en el río y después a pescar, disfrutaríamos de buena temperatura.
Al llegar nos instalamos en una cabaña.Al vernos la familia que estaba en la cabaña contigua nos saludó para darnos la bienvenida, nos presentamos y el hijo pequeño vino contando que había visto unos monstruos en el río;nos echamos a reír por la imaginación que tenía el niño para su corta edad.
Un buen día apareció gritando:
-Eh! Mirad he traído al monstruo que estaba en el río.
Yo que andaba atareada recogiendo la bolsa para ir a nadar un rato sin mirar le contesté:
-Anda niño que tienes mucha imaginación.
Pero al salir de la cabaña vi que traía a un cocodrilo cogido por la pata como si de una mascota se tratara; un grito se escapó de mi garganta y mi cara palideció.
Viendo el cocodrilo mi estado de confusión y pavor me dijo:
-¿Qué te pasa? ¿te doy miedo?¿es por mi color? ¿son mis escamas?.Si es por temor a que te coma, descuida,no tengo hambre.Este niño me ha dicho que no le creíais y he venido a decir que no soy un monstruo , me llamo Arturo y soy cocodrilo.
No podía articular palabra, abrí los ojos de par en par no dando crédito a lo que veía y oía y con la mano tapé mi boca para controlar el grito que estaba a punto de soltar.
El cocodrilo continuó diciendo:
-Yo mato para comer, miedo me dan a mi los de tu especie no sabes lo que hacen con los míos, nos matan y quitan la piel para que vosotros luzcaís abrigos, zapatos, bolsos, cinturones y todo por vanidad para que os envidien los demás, y eso a costa de nuestro sufrimiento. ¿Pero os dais cuenta de la cantidad de familias que destrozáis solo para luciros?.Y ya que estoy aquí quería pedirte que me dieras un ramito de romero que me han dicho que trae buena suerte, a ver si consigo llegar a adulto y puedo volver con mi familia.
El miedo dio paso a una serenidad que me hizo reflexionar sobre lo que me dijo aquel cocodrilo y pensé ¡qué razón tenía!. Los humanos somos los únicos que matamos por dinero y ostentación, y nos llamamos racionales...
Fui corriendo a la cocina y le traje el ramito de romero para que le diera la suerte que necesitaba y pudiera ser feliz con su proyecto de vida como cualquier ser de la naturaleza.
Le di las gracias a Arturo por su visita y nos fuimos los tres al rio...
Pensé:nadie me creerá cuando lo cuente pero han sido unas felices vacaciones.